sábado, 5 de octubre de 2013

Curiosidades


  • Publicaciones de Padilla del Ducado en periódicos y revistas:
 Publicado el 06/06/2014 por la nueva alcarria



 





  • CENTENARIO DE LA FUENTE (1914-2014)
He aquí un texto redactado para el periódico local "nueva alcarria" en el que se relata la historia de la fuente.




NUESTRA CENTENARIA MÁS QUERIDA
Cien años de la fuente (1914-2014)

Un día caluroso de verano, nos disponíamos a pasar la tarde en la plaza de Padilla del Ducado, cuando al acercarnos a la fuente a beber agua nos percatamos de que en lo alto de la fuente había tallada una fecha, 1914. En ese momento, caímos en la cuenta de que la fuente llevaba cien años con nosotros. Después de todo lo que ha vivido: la Guerra Civil, hambrunas, miseria, celebraciones, festejos y muchos chapuzones podemos decir que se ha conservado bastante bien.

Interesados por su pasado, fuimos preguntando a la gente mayor del pueblo. Estos, indecisos, nos relataron la alegría que supuso la construcción de la fuente. Dichos recuerdos se remontan a principios del siglo XX, en nuestro pequeño pueblo, en un ambiente rural donde escaseaba el agua. Por ello, los padillanos tenían que ir a buscar el agua cargados con sus cántaros a una fuente más lejana, cuya agua provenía de un manantial, comúnmente conocida como la “Fuente Vieja”. Dicha fuente estaba situada debajo de una ladera, lo cual dificultaba el abastecimiento. Por lo que, con el paso del tiempo, se optó por construir una fuente más céntrica. Cuentan que la difícil hazaña se llevó a cabo con medios rudimentarios. Desde la “Lomilla de la Cuerda Grande”, cornisa de rocas que parte de la ermita de la Virgen de la Cañada (Patrona de la localidad) y que llega a Villarejo, se trajo la piedra. Se utilizó un sistema de cabrillas de mulas. La piedra de rodeno posteriormente fue tallada por el señor Belija, un hombre  procedente de Mazarete y familiar de nuestra vecina Balbina.

Tras meses de duro esfuerzo, concluyó la obra y por fin, los lugareños pudieron disfrutar del agua en su plaza sin tener que desplazarse hasta la Fuente Vieja. Fue un acontecimiento muy importante para todos. Se organizó una gran fiesta que fue reflejada en la prensa de la provincia, las autoridades destacaron  que con esta inauguración Padilla se había modernizado.

Nos consta por una publicación en la prensa alcarreña “La Crónica” que aquel año se celebró la fiesta de la Virgen de la Cañada con gran solemnidad y que se disputaron varios partidos de pelota por muchachos que hubieran dado algunos disgustos a rojos y azules de capital.

Después de conocer el origen de nuestra fuente, decidimos hacer un homenaje con una camiseta que recordase las vivencias como por ejemplo: los juegos con el  agua, las caídas inesperadas al pilón, los bailes, saltos, risas… Y esperemos que por mucho que pasen los años podamos seguir disfrutando con ella como lo estamos haciendo hasta ahora.


Enrique Martínez y Rocío Villafruela







  • Las primeras revistas de Padilla:












Aunque actualmente ya no se producen más revistas; en los años 1998, 1999 y 2000 se hicieron las tres revistas que muestran las imágenes. En las primeras hojas de una de estas revistas, se inicia con  una crónica local del pueblo de Padilla del Ducado, en la que  cuenta mes a mes lo que había ocurrido en el pueblo y sus alrededores, finalizando con algún poema o saeta escrito por algún vecino del pueblo o incluso con un programa de actos con las horas y lugares en los que se celebraba los festejos.

En la edición de 1999 se encuentra un texto en honor a un olmo viejo:

EL OLMO VIEJO

Era un día de primavera de un muy lejano año. Los hombres de la aldea, formada alrededor de una pequeña torre de funciones defensivas allá cuando se arrebató la tierra del islam, se reunieron en Concejo con la intención de crear un lugar digno de culto al Dios cristiano: Y construyeron la Iglesia del poblado. A la entrada del templo cercaron con una barbacana un camposanto donde sus muertos esperasen el momento de la resurrección.

Alguno de aquellos hombres, pasados algunos años, consideró que el lugar merecía destacar su categoría, su dignidad, un respeto, y se procedió a su ornato colocando piedras talladas en sus ángulos  se pusieron puestos de madera y con sus manos se plantó dos olmos los dos echaron hojas pero sólo uno sobrevivió al primer verano.

Desde aquella esquina del cementerio contempló inmóvil todo el acontecer del pueblo. Al paso de los años a su lado sepultaron a quien lo plantó y a todos a los que crearon aquella tierra santa. Sus hijos lo cuidaron y el arbolillo se hacía alto y robusto, hasta que ellos también corrieron el mismo destino que sus padres.

Aquel cementerio quedó saturado y dentro que estaba de la población era sentido así que ordenó su cambio de ubicación. Se convirtió en una verde pradera patio de juego de chiquillos, con el árbol como único testigo de lo que fuera. Fresca sombra la del olmo para los días de verano, lugar donde trepar para colgar el judas en la Semana Santa. Y todo aquello también se acabó. Se despobló el lugarejo, desaparecieron chicos y adultos, se hundió la humilde Iglesia, se desplomó la barbacana y el olmo quedó solo, en campo raso. Abatido por una enfermedad incurable para su especie tal vez inverso en una profunda melancolía o depresión fue perdiendo las hojas, secándose sus ramas, su tronco y las raíces y murió de pie con la dignidad de un viejo hidalgo castellano, propio de la época en que nació. Así permaneció tiempo y tiempo hasta que tan deteriorado se halló que una tarde de otoño de las que sopla el frío y voraz viento del cierzo cayó al suelo. Alguna motosierra ignorante de su historia lo troceó sin ningún miramiento ni sentimiento y acabó convertido en cenizas no en hogar de familia, sino en lumbre triste final para caballero que tan bien nos sirvió.


Juan Martínez Martínez

Y también una poesía titulada:


POESÍA A PADILLA


Padilla del Ducado
pueblo de Guadalajara,
situado en una cuesta
con sus calles empinadas,
al final está la Iglesia
hundida y abandonada.

Hay unas peñas muy altas
que el castillo se les llama,
en un corte de estas piedras
la Iglesia está situada,
pudiéndose contemplar
el valor de su fachada.

Un precioso campanario
y dos hermosas campanas,
la pila de agua bendita,
y sus piedras bien labradas,
y una gran curiosidad
que quiero sea reseñada.

Las aguas de su tejado
llevan rutas diferentes,
las del sur van al Tajuña
las del norte al Tajo vierten,
después de varios kilómetros
se encuentran nuevamente

Hay una magnífica fuente
y un agua sensacional,
mucho sol y un aire puro que
nos viene del pinar,
y que las tardes de verano
da gusto respirar.

Tiene unas preciosas vistas
que en días de claridad
las sierras de Alto Rey y
Guadarrama
ya se pueden divisar
y otros muchos territorios
que podría mencionar 

Como en todos estos pueblos
la emigración nos llevaba,
a Madrid y Barcelona
y otras ciudades de España,
pero sin poder olvidar nunca,
nuestra tierra querida y amada.

Viniendo para el verano
también en Semana Santa,
recordando con cariño
aquellos años de infancia,
donde eramos tan felices
viviendo nuestras hazañas.


La celebración del día de San Miguel



La Virgen de la Cañada,
San Antonio con vino y queso
y los repiques de campanas
la Letanía y los Mayos
y de Judas y la Pascua.

Ahora con el regreso
no queremos olvidar,
los valores obtenidos
en nuestros tiempos de atrás,
manteniendo el entusiasmo
nos volvemos a juntar.

Haciendo una gran paella
en la plaza principal
donde todos sus habitantes
desean participar,
formando una gran familia,
que es muy digna de admirar.

Unas grandes paelleras
con arroz a rebosar
con gambas y langostinos
almejas y calamar,
donde el conejo y el pollo
tampoco podrían faltar.

Unos magníficos cocineros
valencianos de vecindad,
que son Lirio y Maribel
y que las gracias quiero dar,
por ese día tan feliz
que ellos nos hacen pasar.

Ya me quiero despedir
lleno de satisfacción
por haber hecho estos versos con alegría y amor,
y dedicar a mi pueblo,
algo de mi corazón.


 Marcelino Heredia Martínez

En la edición del año 2000 encontramos:

ROMANCES DE MI TIERRA

La Semana Santa fue tradicionalmente un tiempo de reflexión sobre la pasión de Cristo. El recuerdo puede hacerse desde los Evangelios o, de forma más popular, desde los romances religiosos.

Hemos querido recoger en esta hoja informativa, dos textos del romancero religioso castellano cantado en estas fechas. Muchas de nuestras madres y abuelas han memorizado estas composiciones. Esperamos que la lectura de los versos os anime la memoria y nos haga recordar otros semejantes...

I
La Virgen se esta peinando    debajo de una alameda,
pasó por allí José    la dijo de esta manera:
-¿Cómo no me habla la Virgen,    cómo no me habla la bella?
-¡Cómo queréis que os hable,    si estoy en triste tierra ajena!
Que un hijo de Dios me ha dado,    más blanco de la azucena,
me le están crucificando      en una cruz de madera.
Si me le queréis bajar,      yo os diré de qué manera.
san Juan os ayudará      y la bendita Madalena,
yo también os ayudara       si con fuerzas me sintiera.
Entre aquel reguero de sangre        que Jesús había derramado,
iba la Virgen María         en busca de su hijo amado.
En medio de aquel camino    una mujer se ha encontrado,
-Dime tú, buena cristiana,    si a mi hijo habéis hallado.
-Sí, señora, que l' hallado,    muy triste y desconsolado.
Lleva una cruz en sus hombros     de madera muy pesado,
y un cordel a su garganta,    que de él iban tirando.
Me ha pedido que le diera    un paño de mil ducados,
para limpiarse su rostro,    que le llevaba sudado.
Tres dobles tenía el paño,    tres friguras me ha dejado,
si lo queréis ver, Señora,    aquí lo tengo retratado.
San Juan y la Madalena       del suelo le han levantado.
-Caminemos, madre mía,    caminemos al Calvario,
que por pronto que lleguemos,       ya le habrán crucificado.
Ya le clavaban los pies,      ya le clavaban las manos,
ya le meten la saeta      por su divino costado.
La sangre que de él corría,    cae en un cáliz sagrado.
(el hombre) que beba de ello        será bienaventurado.
El que esta oración dijera    todos los fines del año,
sacará un alma de penas    y de pecados, amén.

II

Jueves Santo, Jueves Santo,    tres días antes de Pascua,
cuando el Redentor del mundo    a sus discípulos llama.
Unos a uno los llamaba,    dos en dos los ajuntaba;
-¡Cristiano, cuánto me cuestas,    hombre, y qué mal me lo pagas!
¿Alma, qué quieres de mí?,    mira pues, que vas errada.
Vesme aquí, estoy azotado    de aquellas manos ingratas;
vesme aquí estoy escupido    de aquellas bocas malvadas;
vesme aquí como un esclavo,    y aquí a este balcón me sacan
por ver si gentes brevas    se adolecen de mis llagas.
Antes dicen. "¡Muera, muera,    crucificarlo!, ¿qué aguardas?,
y a Barrabás te pedimos    que lo sueltes sin tardanza"
Y entonces el presidente,      que era el que más lo escuchaba,
a faltas de un hombre bueno,      pronunció sentencia clara:
"¡Muera Jesús de Nazareno,    que todo el común lo aclama, que hijo de Dios se hace    con enredos y marañas!".


Olimpia Martínez García

Enrique Martínez Báez


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